Para ganar el premio gordo de Navidad

Las administraciones de lotería van a cambiar las tradicionales imágenes de san Pancracio porque un teólogo que permanece en el anonimato ha descubierto que hay otro santo más milagrero de nombre san Fabracio. A este nuevo salvador de las deprimidas economías domésticas no hay que ponerle perejil para que obre el milagro de que nos toque tres veces el gordo de Navidad. Lo suyo son las postales de aviones, por los que siente debilidad. Yo voy a probar, total, no pierdo nada y puede que hasta me llueva del cielo un buen carguito en alguna Diputación.

San Fabracio, patrón de los jugadores de lotería