Se gratificará con el reconocimiento de la gente de bien

Adivinanza

Adivine en un segundo qué grupo de exdirectivos está dudando entre estas dos insignias de solapa como emblema para el club que quieren crear.

Modelo clásico

Modelo moderno

Eufemismo

Muchos de nuestros jóvenes titulados tienen que emigrar en busca de horizontes más comprometidos con el desarrollo de la investigación, palabra esta que aquí, en esta España que Dios nos ha dado, resulta ininteligible para muchos (en realidad, para todos) de nuestros amados y nunca bien ponderados próceres. Pues bien, eso que toda la vida se ha llamado fuga de cerebros ha sido rebautizado como intercambio de talentos, un eufemismo tan estúpido como la preclara mente a la que se le ocurrió. ¿De verdad nos creen tan tontos?

(Profundo pensamiento del inventor [o inventora] del concepto)

Otro que tal baila

Hace unos días fue Artur Mas quien ofendió a los niños gallegos y andaluces al mofarse de su pronunciación. Ahora es su colega de formación ¿política?, Durán i Lleida, quien se descuelga con otra ofensa, esta vez contra los andaluces que perciben el PER.
El Parlamento andaluz va a debatir una moción de reprobación contra este personaje, pero lo que debería hacer es declararlo persona non grata en todo el territorio de Andalucía.
El andaluz más humilde tiene mil veces más clase que este individuo que se aloja en el hotel Palace de Madrid cuando asiste a las sesiones del Congreso de los Diputados. ¿Con qué dinero paga el hotel, con el suyo propio o con el cobra de las arcas del Estado?
¡Pobre Cataluña, con gente así se le van a acabar por caer los palos del sombrajo!

(Durán i Lleida, con el rosario de su madre, antes de decir la primera tontería de la jornada)

¿Qué está pasando?

Mientras el país se consume en una crisis que parece no tener fondo y cinco millones de personas sufren el cruel azote del desempleo y muchas empiezan a pasar hambre, los exdirectivos de algunas cajas de ahorros (Novacaixagalicia, CAM y posiblemente alguna otra), a las que se les inyectó dinero público, se van de rositas con más de 25 millones de euros (más de cuatro mil millones de las antiguas pesetas). Cuando pienso en ello me enciendo de rabia al comprobar la indecencia y la obscenidad de algunos sujetos absolutamente faltos de la más elemental moralidad.
¿Por qué se permite que ocurra esto? ¿Qué está pasando en este país? ¿Cómo se puede remediar este latrocinio? Parece que nadie hace nada para conseguir que esos indeseables devuelvan lo que, honradamente, no les pertenece.  ¿Dónde deberían estar?

¿Por qué esos políticos de pacotilla no se guardan sus hueros discursos y se lanzan de verdad a hacer algo por este país que languidece de pena al ver cómo a sus hijos se les escapa el futuro?

¡Ya va siendo hora de que alguien ponga coto a estos desmanes!